Cinexcusas - Reseñas, premieres y lo que se acumule!

sábado, abril 02, 2005

XLV Muestra. Godard desdobla la realidad en trípticos


Sarajevo. Hoy, el purgatorio. Antes, un infierno. © Les Films Alain Sarde
____________________

Referente obligado para los estudiosos de cine, conocido acaso por quienes se han dedicado a este menester, precursor de la nueva ola francesa Jean Luc Godard tiene presencia en esta Muestra a través de Notre Musique (Nuestra Música).
Sus obras, consideradas como películas no terminadas, irritantes, lejos de cualquier esquema comercial ("el cine dominante es un cine dominado por el gusto de la violencia") permanecen en la periferia. Nuestra música no tiene ninguna concesión al respecto y los propios organizadores de esta Muestra Internacional reconocen como "novedad" , traer su trabajo a México y proyectarlo.
Dividida en tres partes, a saber infierno, purgatorio y paraíso, los primeros minutos de la película muestran cruentas imágenes (salidas de cine mismo o video) de hombres peleando entre sí, acribillándose unos a otros. A continuación, un encuentro de literatos en el sobreviviente Sarajevo provoca diferentes reflexiones, distintas conversaciones incluida la del propio escritor
Juan Goytisolo. Para Godard, ello es el purgatorio. Y en su arribo al paraíso, resguardado irónicamente por marines estadunidenses, una joven alcanza la paz.
Convencido de saber cómo establecer y contar sus historias (en "trípticos", con un pasado, un presente y un futuro), Godard es solo un Virgilio dantesco que rememora la guerra en Sarajevo (otrora infierno) y ubica un presente purgativo, esperanzador, tan así que el paraíso terrenal termina por otorgarlo a la jurisdicción de los "guardianes del cielo", los marines, los soldados americanos.
Como dijera a una entrevista otogada a Jacques Mandelbaum y Thomas Sotinel del diario
Le monde, publicada en 2004, Godard regresa a los resquicios de Sarajevo, espera que acaben los "Encuentros del libro" y decide establecer ahí la historia. "Lo que yo intento destruir es una cierta forma de utilización de la palabra escrita que se niega a dialogar con la imagen en términos de igualdad". Una cinta cuyo mayor goce está en el poder reflexivo.