Cinexcusas - Reseñas, premieres y lo que se acumule!

jueves, marzo 10, 2005

Julia se llamaba


¿Se trata este de otro desatino en la entrega del Oscar? © Sony Pictures Classics

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Antes de continuar adelante en este blog con otras cintas, quiero sacarme la espina y comentar que en pleno Día de la familia (increíble hasta dónde llegan los medios de comunicación para inventarse cosas... o "alternativas" de compras), mi boleto de cine costó la mitad de precio (algo rescatable en el mentado día) para ver Being Julia, ninguneada película en la pasada entrega de los Oscares. Y la primera reacción que me provocó al terminar de disfrutarla fue: "¡le robaron la estatuilla a Annette Bening!"
Días antes de la glamorosa entrega, leí que es prácticamente imposible que los sopetecientos miembros de la Academia (5 mil 808, nada más) hayan visto todas las cintas nominadas antes de emitir su voto, lo que incide directamente en el número de nominaciones que cada una de ellas tiene para competir.
En el caso de Being Julia, del húngaro István Szabó, ésta llegó sólo con una nominación a la justa: la de la actriz en cuestión, como mejor actriz en rol principal. Lo paradójico es que días antes la prensa foránea en Hollywood ya le había adjudicado el Globo de Oro por su papel. Sea o no verdad el peso de los votos, sea la maldición de volver a competir con Hilary Swank (en 99 lo hizo, cuando la primera se había lucido en American Beauty, mientras que la segunda se convirtió en Brandon Tina, en Boys don´t cry) o sea cualquier otra cosa para echarle la culpa, a mi me quedó la particular sensación de que ahora sí la esposa de Warren Beatty se lució, se entregó frente a la cámara y el escenario (la cinta está basada en la novela Theater, de W. Somerset) y su personaje tiene más aciertos que el de la pueblerina boxeadora...
La Julia del título es una exitosa actriz en el Londres de 1930, cuyo negocio está dirigido por Michael, su impávido esposo (Jeremy Irons). Toda una celebridad, de pronto conoce a un T-O-M (Shaun Evans) escuincle norteamericano, quien no sólo se declara fan suyo, sino que le avienta los perros en su primera oportunidad y logra envolver a la celebridad con su frescura y juventud. La mujer cae pero en cuanto aparece una fémina de carne más joven, aquel desplaza a Julia, desatando su furia... y aplicándosela sabiamente más tarde en el escenario, como sólo ella lo sabe hacer.


Tratada como toda una diva y celebridad bastante mayorcita, Julia no deja de lucir bella y sofisticada. © Sony Pictures Classics

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Quien haya tenido oportunidad de disfrutar Being Julia seguramente notará el desenvolvimiento de la actriz estelar, las múltiples facetas por las que pasa (enamorada-chiquilla-desencantada-enfadada) y esa magnífica secuencia con que termina, demostrando una fuerte presencia ante la cámara, y en el montaje (recordar que la mujer vive para el teatro, además de contar con un desaparecido manager que la aconseja todo el tiempo).
Insisto, creo que el rol de Annete Benning merecía un reconocimiento.
Si la Academia se fue con la finta de un perfecto dream team para el boxeo y las reglas de defensa en la vida, ésta pudo haber sido una total injusticia. La del 99 era otra circunstancia, pues hasta la transformación de una chamaca Swank era sorprendente. ¿Será este otro de los casos del "usted perdone", nos equivocamos de nombre? ¿O con tal de quedar bien esa noche la Academia ninguneó a bastantes y quiso quedar bien con el trabajo de Clint Eastwood?
Ojalá llegue mejor día para esta genial actriz. P´al caso, siempre hay la posibilidad de un Oscar honorario.