Cinexcusas - Reseñas, premieres y lo que se acumule!

jueves, abril 21, 2005

Conquistando a mi suegro


Remake tardío-invertido-apestado-faltodequímica. Wak! © 20th Century Fox Film
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Primera mala noticia: en la víspera de las bodas de plata de sus padres, Theresa (Zoe Saldaña) no informó que su querido novio Simon (Ashton Kutcher), próspero corredor de bolsa neoyorkino no es negro, no practica
ningún deporte ni mucho menos se parece a Denzel Washington.
Segunda mala noticia. A Percy Jones (Bernie Mac), padre de la susodicha y prestamista en un banco, nada le costó meterse en la computadora para indagar el historial crediticio de su yerno y le ha caído en su primera mentira, tras declararse fanático de la serie Nascar.
Tercera pésima noticia. Conquistando a mi suegro (Guess who), cinta de Kevin Rodney Sullivan, cuya carrera en cine ha optado principalmente con actores de color (Ice Cube, Whoopi Goldberg e incluso, Jada Pinkett Smith) y que se estrena este fin de semana, llega tarde, totalmente apestada y parece copia al carbón de un mejor trancazo taquillero iniciado con Meet the parents y seguido de Meet the Fockers de un tal Jay Roach. Si el título (en español, claro) no parece dejar clara la idea de dónde encallará la historia, he aquí un poco más de información.
Érase Simon un pobre vástago abandonado por su padre (Kutcher), recientemente armado de valor para renunciar a su chamba y ya encarrerado, para proponerle matrimonio a Theresa. El doloroso acto de presentarse a los futuros suegros no resulta nada cómodo ni nuevo a quienes ya experimentamos eso, vía celuloide, con, excúseme la comparación, mejores actuaciones y planteamientos (¿cómo olvidar a De Niro enfundado en traje de agente retirado del FBI que atosiga a su yerno?). La “diferencia” que ofrece Rodney Sullivan, es ofrecer una variante del mismo experimento, pero con personajes de razas aparentemente disímbolas.
¿Y cuál es el resultado entonces? No queda de otra, aprovechar el momento (y los actores), para cometer buenos chistes sobre negros (muy buenos, véase la secuencia de la cena a la que acude el abuelo), burlarse un poquito de los caucásicos (cuyos penes son “más” grandes y “hasta cantan solos como iPods) y al final, tratar de convencer que el amor es chido, vale la pena luchar por él así sean 25 años de matrimonio ininterrumpido o el primer día de convivencia juntos y sobre todo, que el color de la piel es lo de menos. Cual campaña antirracismo con todo y pulseritas de caucho.
Por si fuera poco, los intentos de originalidad se caen de bruces cuando resulta que allá por 1967, Katharine Hepburn y Spencer Tracy estelarizaron Guess who´s coming to dinner (Kramer), cinta de la que hoy se ofrece esta secuela a la inversa, pues antes los suegros eran los blancos (y el galán, negro), en una época donde el mero hecho, imaginado, era inconcebible. Y hoy lo sigue siendo, al menos en esta propuesta fílmica que, creáme, tiene prácticamente nada qué ofrecer.

2 Comments:

  • Me dio weva leer el tecsto! pero que gusto ver una foto amigable jajajajajaja
    Besos!
    -chikit-

    By Anonymous Anónimo, at 9:08 a.m.  

  • oye, qué buen blog tienes. neta.
    saludos.

    By Blogger Jorge Pedro, at 1:58 p.m.  

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