Para hacerse el harakiri

De que hay atractivo, lo hay. Por lo menos visual. © 20th Century Fox
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Sí, tenía muchas ganas de ver a Elektra, de ir a la premiere, de ver qué sorpresa aguardaba la siguiente co producción fílmica de Marvel. Sabía que era la primera de, al menos, tres películas a estrenarse en este 2005 basada en personajes de comics.
Sí, sabía que su aparición en la cinta Daredevil (Johnson, 03) fue un tanto decisiva. Recuerdo que además la mataron en plena acción, en brazos de su "amado". Sabía que a partir de ahí ya se hablaba de su propia película, con el segundo estelar de la actriz-treintona-acróbata Jennifer Garner, actual querer del mal querido Ben Affleck.
Lo que no sabía es que la película que hoy se estrena se hizo en apenas tres meses, para no interrumpir la producción de la serie Alias, también estelarizada por Garner. Desconocía también que iban a justificar la reaparición mediante un vaso coctelero de "vuelve a la vida", por Stick (Terence Stamp), su ciego sensei remedo del Pai Mei de Kill Bill. Peor aún, no imaginaba siquiera que el resultado de forzar la franquicia para un lado resultaría en un caldo de fórmulas vistas en cintas recientes con un resultado bastante mediano...
Tras volver a la vida, Elektra es entrenada en el fino arte de los cates marciales. Ahora, una seria, fría, asesina a sueldo, tiene una nueva misión antes del retiro. En esas andaba cuando ¡tenga! su objetivo se ve truncado cuando Abby (Kirsten Prout) resulta la futura heredera al trono. Vaya, una fregonería. En el camino por ahora protegerla, enfrentará a los malos muy malos conocidos como "La Mano": un clan de monos salidos de mejores películas... ¡todo es bien nuevo!
Insisto, Elektra parece un refrito secuencial de buenas antecesoras. Baste ver cuando la guerrera "visualiza" la pelea antes de iniciarse, a través de la técnica del Kimagure (quien vio el Hero de Zhang Yimou seguro protestará); dos ejemplos más: la manera como "desaparecen" los enemigos, una vez que Elektra los aniquila... ¿dónde la hemos visto antes? (Vaya, hasta las explosiones insólitas en The forgotten son mejores, con todo y que son también risibles). Finalmente, los besitos de Typhoid (Natassia Malthe) y sus poderes de vampira: fusil de Rogue y Kiss of the dragon (Nahon, 01)?

¿Algo rescatable? Pues por atractivo visual la cinta no descansa, hecho que complacerá a más de uno. El efecto del villano conocido como Tatto puede sorprender a la primera (cuando los tatuajes cobran vida de su cuerpo). La secuencia donde Elektra pelea a dagas con Kirigi mientras las sábanas en el aire parecen tener vida también, es de lo mejorcito que le salió al director Rob Bowman, responsable de algunos muchos episodios X-Files y claro, de su adaptación fílmica (que por cierto, se quedó truncadísima).
Es el colmo. Al rato chance haya película de Bullseye. O del Kingpin (tengo un primo que aún no "perdona" que hayan puesto a un actor negro en este papel -Michael Clarke Duncan-. Yo lo acuso de racista. Y seguro pagará por ver a Jennifer Garner enfundada en cuero rojo). Y puede que hasta sean aún más exitosas.


Veredicto: ojalá Fantastic Four resulte muchísimo mejor opción, para que las adaptaciones en cine de Marvel no decaigan como parece, empieza a suceder (el estreno de Elektra en EU apenas logró taquilla por casi 15 millones de dólares. Y no parece levantar). Véase bajo su propio riesgo.