El morro invisible

¿Se puede ser más que un puto engendro a los trece años? © Cortesía Videocine
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Cuando niño, a mi también me zapearon los más rudos del salón. Esos a los que todo mundo les temía y nadie reparaba en voltearlos a ver (aquí no aplica la de "sólo Judas temió") . En la primaria, también me enamoré de una de las chicas más atractivas, cuando probar suerte en el amor fue cosa descabellada.
Pregúntenme qué feliz salí después de ver Eres mi héroe, cinta del español Antonio Cuadri, el mismo que hace cuatro años "salvó" del suicidio a un reverendo loser, otorgándole el amor de Salma Hayek y un millón de dólares, de la mafia, en La gran vida.
A Ramón Crespo Coronado(Manuel Lozano), hijo único, lo tuvieron que zapear varias veces, desde que salió del vientre de su madre, para que aterrizara en este mundo. La vida a los 12 años y medio es dura: un frenillo metálico del demonio en los dientes superiores no conforman su mejor atractivo. Ha tenido que mudarse cantidad de veces de residencia tras los continuos cambios de chamba de su papá. A cada lugar que llega, acoplarse al "sistema" le ha costado. Se reconoce ser un "puto engendro". Por tanto, ha jurado mantenerse invisible, empleando para ello, tres promesas: 1. No pelear; 2. No hablar, evitar; 3. No llorar.

Pero son los setentas y es Sevilla, España. Los ánimos civiles están encendidos. Es hora de derrocar a los franquistas y facistas. En su nueva escuela, Ramón ha soportado a los "repetidores", los "enemigos más cabrones": una bolita de cuatro móndrigos que le han hecho la vida imposible, ajusticiándolo a cada campanada que marca el final del día. De una película de indios contra vaqueros, cobra "vida" Nube de agua, un guía espiritual y de combate que guiará a la "Ramona" al combate. La guerra ha iniciado y cobrará víctimas.
Siempre he agradecido las cintas donde los protagonistas son niños y donde se reflejan sus pesadumbres. Si disfruté y reí muchísimo en Eres mi héroe, fue precisamente por ello y la cercanía de los problemas y confusiones: el despertar de la sexualidad (donde pedirle a la chica de tus sueños que te permita tocarle las tetas después del primer beso, es la peor atrocidad existente, más no así ver pornografía en loscurito); la maestra-símbolo sexual (capaz de generar eyaculaciones precoces en el salón); la clase aburrida con el maestró ídem, que de pronto se convierte en la democracia del conocimiento; las maldades para ganar pertenecer a una bolita... las tardes donde lo único que te preocupa cuando niño, es salir a gastar la tarde jugando futbol, o el qué harás con tus cuates del alma.
Finalmente, también es de niños las netas y las mentiras, que en este caso probarán la fuerza de una amistad, aún a pesar del tiempo y la distancia.
Combinando las andanzas de Ramón con este movimiento social en España, el director se muestra un tanto idealista al combinar el discurso de la liberación con el idealismo de los niños. Por lo demás, es una cinta de disfrute total, que a más de uno le tocará el alma esta cinta por la nostalgia que en ella o él evocará (eso incluye la rola "Eres tú", de la legendaria agrupación Mocedades). De eso estoy seguro.
De estreno este fin de semana, una excelente opción para quienes seguramente no alcanzarán boleto en el resto de los blockbusters que se repartirán los pesos en taquilla.