Cinexcusas - Reseñas, premieres y lo que se acumule!

viernes, diciembre 31, 2004

Lo mejor y lo no tan pior, del 2004


¿Cinemas Lumiere? ¡No! Así lucen los Cineplex Odeon del Fairway Centre en Kitchener, Ontario. Por 60 pesitos, tarde, mañana y noche. Y yo que me quejaba...
____________________

Antes de acabar el 2004, he aquí un pequeño resumen de lo mejor y lo peor que me tocó ver en el año que ya agoniza. Un mejor 2005 a todos los cinéfilos y demás gente de este planeta.

La mexicana
Sin duda, Temporada de Patos. Vitoreada en tierras nacionales y fuera de ellas, la ópera prima de Fernando Eimbcke brilló por su temática y frescura de actores. Demostró que sin tanta lana (léase Zapata), pudo darle un respiro a las pocas propuestas de este país.

Los f
racasos
Haciendo a un lado a Zapata, en el caso de las producciones mexicanas, definitivamente, Catwoman. Ja, tan así que la evité a toda costa. Pobre Halle Berry, ojalá salga del sumidero porque ni en cueros levantó suspiros. Por ahí leí que Alexander tampoco recaudó ni la tercera parte de su inversión (150 millones de dolarucos) durante el fin de semana de estreno en EU, así que difícilmente levantaría. The Stepford Wives. De no ser por la garantía de imagen de Nicole Kidman, este remake sobre las esposas ideales (y robotizadas), se habría sumido aún más. Pasó sin pena ni gloria en nuestro país. En The Forgotten, hasta las pecas de Julianne Moore caen mal y a la primera explosión extraterrestial, se les viene abajo el teatrito. Alien VS Predator, AVP. La historia de las civilizaciones se la pasaron por el arco del triunfo para vender la pelea entre estos míticos personajes. Ahora da la casualidad que antes que nadie, se veneraba al "dios depredador", quien nos salvó de los ardientes y mocosos aliens, con todo y la súper nodriza. Lo peor es que dará para una secuela.

Consagrados
Gracias Bernardo Bertolucci, que en The Dreamers sacaste al revoltoso parisino que llevaste dentro durante la revuelta de finales de los sesenta, en una triada donde el erotismo pasó a segundo plano con las broncas de los deschavetados personajes. Gracias Woody Allen que en Anything else nos pusiste a pensar en si los dramas de Cristina Ricci sobre sus hábitos alimenticios, amoríos repentinos, fumar compulsivamente y no poder tomar decisiones oportunas, convierten a nuestros dilemas en insulsas chaquetas mentales. ¡Ah! Y gracias por traerme de nuevo a Manhattan a los ojos...


La de miedo
Por el terror sicológico que, con la mayor austeridad posible y empleando pocos elementos visibles para aterrar, diría que Open Water, la cual me hizo recordar la fórmula de The Blair Witch Project: jugar con la imaginería del espectador y sus miedos internos, en este caso, el mar y sus tiburones. Sin embargo, The Eye, lo confieso, me hizo hasta brincar del asiento desde el primer grito. Esta cinta japonesa cuyo soundtrack techno es imposible conseguir, bien vale la pena verse a oscuras y de madrugada.

La de monitos animados
Aunque Shrek ganó el Oscar en su primera entrega y regresó este año, no cabe duda de lo impecable que se ha vuelto el trabajo de Pixar. The Incredibles ya se volvió un referente obligado en materia de animación. Pero si de trabajo 2D y caricaturas se refiere, Les triplettes de Belleville conquistó mi corazón, con la historia del ciclista entrenado por su anciana abuela para ganar la tour de France. De lo mejor que se ha visto con tan pocos recursos.

En pie de guerra
Entiéndase en la defensa del género del documental. La pasión de María Elena, de Mercedes Moncada, sobre la ¿violación? de derechos humanos a una indígena rarámuri -terrenos poco explorados, que bien deberían voltear a verse-. Digna, hasta el último aliento. Laaaarga como la cuaresma atiborrada de entrevistas y mejor interpretada por Vanessa Bauche. El regreso de Felipe Cazals estuvo un tanto de bostezo (¿alguien recuerda Su alteza serenísima? Pus igual) pero contribuyó -nada más tantito, la cinta entró con acaso 15 copias-, desde el terreno artístico, en alzar voces de protesta con tanta injusticia en el país. Voces inocentes, de Luis Mandoki, próxima a estrenarse (¡Cinexcusas los llevó a la premiere!) Desconfiado del trabajo del mexicano radicado en Hollywood, le salió una gran ficción en torno a la guerrilla salvadoreña de los ochenta, desde el punto de vista de los infantes. En este país, la cinta entró más duro en taquilla, superando incluso a The Incredibles y Ocean´s twelve. Así debería pasar en México.
Tardé como un mes en volver a comer hamburguesas y como dos días garnachas, después de haber visto Super Size Me, de Morgan Spurlock. Ya, nos quedó claro que la comida rápida no es saludable... pero carajo, sabe rica. Y a veces es lo que hay. Michael Moore se hizo propaganda por doquier, incluso la noche antes de las elecciones presidenciales en EU. Al final de Fahrenheit 9/11, me pareció estar viendo una novela con la madre del soldado diciendo cuán chido era su pobre vástago ahora combatiente en Irak.

Suerte para la próxima
Agh, Tiempo Real, de Fabrizio Prada. Cómo se nota luego luego las diferencias entre el cine de celuloide y el digital. Más cuando la cinta no tiene un solo corte de edición en todo lo que dura (ventaja también de este nuevo formato, mayor duración por cartucho), oséase, los focos, la iluminación, las texturas... Arriesgadísimo intento. Las lloronas, de Lorena Villareal. Quedó demostrado que por ganas no se dejan de emprender proyectos así. Calidad de foto, de montaje. Pero usar la leyenda de La Llorona y adaptarla a conveniencia de una regia nóvel directora, namás no se vale. Ojalá abos directores superen la barrera de la ópera prima.

De lágrima
La vida sin mi hizo chillar a muchas. Pero el manejo de los últimos días de una enferma terminal de cáncer, creo, estuvo muy matizado. Tal como lo hiciera Susan Sarandon con Julia Roberts en Stepmom. Otra que estuvo leve, fue la oscareada Les invasions barbares, que aborda levemente la eutanasia (a la vez que se mofa de la crisis internacional, a partir del 9/11), pero si de sorpresas se trata, Whale rider también oscareada, tuvo lo suyo, sobre la niña domadora de ballenas en una comunidad donde impera el machismo.

Mis favoritas
Swimming pool, de Francois Ozon. La realidad desdoblada. Una prolífica escritora se mueve de Inglaterra a Francia para obtener inspiración y escribir su siguiente novela. Ahí, se topará con la hija de su editor, quien no sólo le sacará canas verdes, sino ejercerá una potente introspección. Inocente trama con toda una vuelca de tuerca al final que termina por desarmar al espectador. Inteligente guión mejor construido. Elephant, de Gus van Sant. Basada en hechos reales en una preparatoria en Portland, continúa por el camino de Bowling for Columbine, pero a manera de ficción. Historias entrelazadas por los pasillos de la escuela. Inocentes palomitas que terminan por desquiciar el orden establecido. La denuncia en la sencillez de obtener armamento necesario en el país más armado del planeta (vaya paradoja) para convertirlo en un caos. Aterradora.

El soundtrack
De-Lovely. Ya en el trailer advertía la presencia de estrellas como Alanis Morissette, Sheryl Crow, Robbie Williams, Natalie Cole. Escucharlo ha sido un placer. La película de tu vida, acompañada de una música ambientada en los años 20. Exquisita.

Me quedé con las ganas
The Lord of the Rings III. Desistí de verla porque mi pareja en las dos anteriores entregas, la vio antes que yo. Concluyo que hay películas que sí deben verse acompañado. Scooby Doo 2, Monsters unleashed. La primera me la chuté doblada al español y en su idioma natural. No sé cómo aguanté dos veces. Pero su secuela, ni por Linda Cardellini me animé a pagar el boleto. Alexander. Al día de hoy me he resistido a sabiendas del acento ruso de Angelina Jolie y porque no quiero estar mas de dos horas y media sentado en el cine. Garfield. Es como con las personas de quienes conservas un grato recuerdo en vida. El trailer me pareción una grosería, el dese mono peludo con la voz de Bill Murray, peor. Si acaso por ver a Odie de carne y hueso (o los huesos de Jennifer Love Hewitt).
Sin embargo, acepto una invitación a proyecciones caseras de DVD. Hasta el próximo año.

2 Comments:

  • Completamente de acuerdo, Temporada de Pataos se lleva las palmas.

    Por otra parte, la de "The eye", no es tanto de terror, bueno, quiza la primera hora, ya despues es otra cosa. segun yo.

    De terror, la de "One Missed Call (Chakushin ari)", esa si me dio miedito. A parte, el tono del celular es fantastico.... Tanto asi, que ya lo tengo en el mio.

    Saludos y que tengas un buen cinefilo año nuevo

    By Blogger Paranoid Android, at 6:17 p.m.  

  • Curiosamente, las películas mexicanas más premiadas últimamente resultan ser copias directas a estilos ajenos. Temporada de Patos es una calca a Jim Jarmusch en todo, desde el movimiento de los actores, los silencios, los diálogos y el injustificado blanco y negro, pues para la historia era indispensable el color, tanto en el cuadro de los patos como en los dulces. Quizás hubiera quedado bien dejar en color por lo menos eso. Japón es una copia a Tarkovsky, el manejo del color, los movimientos de cámara y la colocación de los personajes. Y Amores Perros es totalmente Tarantino. Me sorprende que los jurados de los festivales demuestren su falta de cultura al premiarlas así.
    No se puede decir los mismo de Tiempo Real, multipremiada también, que es la primera de su tipo en el mundo. Su manejo de colores es impactante, es una película que aunque es dura, no se puede dejar de ver por su estética. Lamentablemente la edición mexicana del DVD no es buena, compré la edición gringa que aventaja en imagen y sonido pues mantiene el 5.1. Pocas cintas mexicanas tienen ese trabajo del sonido.
    Sin embargo, en este sitio se refieren a ella haciendo notoria esa cultura del cangrejo que tenemos en México. Otra muestra de falta de cultura y criterio.

    By Blogger Unknown, at 10:27 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home