Cinexcusas - Reseñas, premieres y lo que se acumule!

domingo, julio 03, 2005

H.G. Wells se retorcería en la tumba

Y si los marcianos hubiesen respirado los aires del D.F., otra cosa habría sido © Dreamworks
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Confieso haber sido víctima de H.G. Wells hace bastantes años. Admito haberme tragado la enorme piña cuando alguna vez pasaron en la tele la primera adaptación cinematográfica de su magistral The War of the Worlds (Haskin, 53), al grado de ir a correr el chisme a la puerta de mi hermana, que los marcianos habían llegado... ¡ya!

Sin mejor opción cinéfila en este fin de semana (por todos los cines, hasta cinco salas la exhiben) pagué por ver la adaptación de Steven Spielberg de la que todos hablan y hasta se congratulan. Al final, lo más valioso de mi tarde fue haber escogido una sala THX donde el sonido me sacudió hasta la conciencia. Pero nada más. Del coraje, agarré el libro por segunda ocasión en este año (salido de la colección Sepan cuántos, de Porrúa, desos de letrita chiquitita y con escasos márgenes para agarrarlo apenas con las uñas) y más rabia me dio leer por doquier los exacerbados elogios que el creador de E.T. ha recibido (por cierto, su mejor logro en el manejo de extraterrestres).
A los 32 años y a punto de llegar al siglo XX, H.G. Wells, de origen inglés, se adelantó a su época escribiendo en un texto cercano a lo científico, la llegada de los marcianos (de Marte) a esta tierra. Al día de hoy permanezco escéptico a la posibilidad de vida inteligente en otro planeta, hasta que no se demuestre lo contrario. Pero este asombro literario en su momento, y después traducido a un programa de radio, puso los pelos de punta y a partir de ahí la idea de vida más allá de nuestro planeta, cambió. Y no se diga del quehacer cinematográfico.
Así, hastiados de soldados gringos que se convierten en astronautas para salvar al mundo de ataques extraterrestiales (Will Smith en ID4), mineros enrolados por la NASA para evitar un cataclismo producto del posible choque de un enorme meteorito con la tierra (Bruce Willis en Armaggedon) y hasta científicos ninguneados cuando se pronuncian en contra del cambio climático global, anticipando la amenaza (Dennis Quaid en The day after tomorrow) sólo faltaba que Spielberg, director pródigo de Hollywood, empleara a Tom Cruise como artífice para demostrar, una vez más, que son los gringos los más pudientes y el ombligo del mundo.
En ambos casos la historia inicia pronto: los marcianos llegaron ya, son malos y vienen a exterminar a los terrícolas porque son chidos y nos tienen envidia. Los primeros efectos especiales a cargo de Industrial Light & Magic asombran con esa especie de nebulosa-tornado que azota por a´i del rumbo de Nueva York.
En el momento en que conocemos a los personajes de Spielberg, la cosa se arruinó (con respecto a la novela). Tal cual en su vida real, Cruise (Ray Ferrier, un montacarguista) está divorciado de su esposa y en un fin de semana cualquiera le encarga a los chamacos. La pequeña y claustrofóbica Rachel (Dakota Fanning ya me empieza a caer gorda como la supersabia-mandona-aleccionadora) y el rebeldoso Robbie (Justin Chatwin). Apenas caen los primeros rayos de las desas cosas (así le llaman en la novela) que parecen trípodes (el diseño se lo deben a Stan Winston, así que cualquier parecido con Alien VS Predator pregúntenselo a él) salen en polvorosa rumbo al norte, mientras el exterminio es inminente.
¿Qué es lo que pasa en el camino? Pues todos los lugares comunes: el hijo terco que no se quiere perder la acción; el papá que no sufre ningún rasguño, corre como despavorido y hasta da la pauta para arreglar el asunto; la nación más poderosa del mundo es humillada pues ni sus armas más pudientes hacen mella a las cosas; la introducción de secuencias de suspenso y personajes sin fundamento (¿cuánto le pagaron a Tim Robbins por humillarse?) para demostrar que unida, la familia es bien bonita, funciona mejor y hasta se vuelve indestructible... así una y otra vez hasta que la resolución termina por hundir la no-trama y la majestuosa producción, retomando entonces el argumento biológico-científico de Wells y dándole en la torre a la seudo construcción de la trama.
¿Alguien más se sintió robado tras el insulso y barato final? Tal cual escribí en el blog de mi mainta: sólo faltó que el estreno de esta cinta ocurriera en el día de su máximo orgullo, el 4 de julio como para dejar claro que sin ellos, el resto del mundo no es nada. Por lo menos no fue así y tampoco ocurrirá con Fantastic Four, quienes aún siendo superhéroes neoyorkinos, hasta caen bastante mejor que Tom Cruise en el rol de super papá. Hasta aquí mi humilde opinión.

Mini epílogo

Para acabarla de amolar, la función a la que me metí estuvo antecedida por el trailer de King Kong, la siguiente proeza de Peter Jackson. Me pregunto: ¿quiso de verdad rescatar al gorila gigante o demostrar que, al igual que Spielberg con Jurassic Park, él también sabe cómo domar a los dinosaurios? Temo haber visto la siguiente y costosísima decepción cinéfila del año. Más lo que se acumule.

3 Comments:

  • Mainto, hay a quienes no les perdono contradecirme... pero a ti simón.

    Buena reseña. Me gusta tu actitud.

    ¡Congratúlote por haber leído el libro antes de verla!

    Pero yo sigo convencida de que la película me gustó y me estresó... ¿será porque no tengo el expertise técnico cinéfilo que tu tienes?

    No se, no se... pero te voy a mandar un mail exigiendo mi playera de la familia Smith.

    Tsa huevo...

    By Blogger Elotito, at 9:03 p.m.  

  • Te invito a visitar mis blogs:

    FANTASTIC EXPRESS:
    www.lacoctelera.com/fantasticexpress

    y

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    Un saludo:

    Antonio Trashorras

    By Anonymous Anónimo, at 10:18 p.m.  

  • Steven Spielberg no aporta ndad nuevo con "La Guerra de los Mundos", mala pelívula veraniega.

    Espantoso "happy-ending" hollywood.

    Sólo me parece rescatable la actuación de Tim Robbins.

    Coindico con lo que Carlos Fuentes escribió en el Reforma del viernes 2005.07.08: "Poco imaginábamos que las imágenes de una realidad catastrófica inventadas por Wells y
    trasladadas por Spielberg a la pantalla, iban a ser la catastrófica realidad de la ciudad de Londres pocos días más tarde."

    Saludos

    By Anonymous Anónimo, at 11:58 a.m.  

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