Cinexcusas - Reseñas, premieres y lo que se acumule!

sábado, julio 02, 2005

Del viejerío para tod@s

A menos que usted, apreciable lector, tenga razón de peso para celebrar algo el día de hoy, sábado dos de julio (tal como nuestro señor presidente), y a todas luces desee evitar el congestionamiento en la zona alrededor del Angel de la Independencia, vale más la pena que se dé una vuelta por la Cineteca Nacional, donde dará inicio la Segunda Muestra Internacional de Mujeres en el Cine y la Televisión.
Consecuente a una primera muestra celebrada en 2004 con la intención de promover, rescatar, disfrutar y conocer el trabajo de mujeres en la industria cinematográfica, esta segunda recopilación se visualiza no sólo mejor organizada, sino más rica en términos de la recopilación de trabajos que se proyectarán y de actividades paralelas que enriquecerán la experiencia.
Teniendo a Alemania como país invitado (aquí no hay espacios para rencores como en el futbol) y a Estados Unidos en un sitio especial dentro de la programación, hasta el 9 de julio se exhibirán poco más de 31 cortometrajes, 36 mediometrajes y 11 largometrajes mexicanos, cinco de los cuales recaen en el género documental. Cabe destacar que esta muestra serña el espacio para el estreno de Las Buenrostro, segundo largometraje de la directora Busi Cortés, quien por fin exhibirá su trabajo luego de 17 años de haber producido su ópera prima.
En estos días pisarán la Cineteca en carácter de invitadas especiales las alemanas Doris Dörrie y Silke Johanna Räbiger, así como las directoras Georgina García, Catherine Tambini y Lourdes Portillo. Reconocida por su trabajo sobre los feminicidios en Ciudad Juárez Señorita Extraviada, Lourdes Portillo ofrecerá además un taller de montaje documental, en el que estudiantes en activo con proyectos en curso, podrán debatir con la directora el próximo 8 de julio.
El programa de actividades incluye un apartado sobre 50 años de documental mexicano de mujeres, una exposición fotográfica en colaboración con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) titulada "Equidad de miradas" así como dos mesas redondas: una sobre mujeres vinculadas con la difusión y promoción y otra sobre el género documental.
Y para quienes aún tenían dudas sobre el peso de las mujeres en el devenir del cine nacional, Alfredo Joskowicz, director del Instituto Nacional de Cinematografía (IMCINE), anunció a los medios durante la presentación de esta muestra, que el presupuesto de la institución que encabeza, al 26 de junio, contempla el apoyo a 36 largometrajes, seis de los cuales serán dirigidos por mujeres.
Escaparate para la exhibición, la asociación civil Mujeres en el Cine y la Televisión, capítulo nacional de WIFT International (Women in Film and Television) pretende también forjar lazos entre las creadoras a nivel internacional, pues espacios como éste buscan conformar un punto común de encuentro para conocerse mutuamente, fomentar la investigación del quehacer global femenino en el cine así como proyectar trabajos conjuntos.
"Para el público y para las creadoras de cine, es un momento especial para reflexionar sobre las dificultades y los logros de lo hecho por mujeres en la cultura [...[ si alguna vez se supera esta crisis del cine mexicano, el porcentaje de mujeres en cada área del cine irá creciendo", escribe Sabina Berman en la presentación de esta segunda muestra. Si en algún momento de nuestra historia la equidad de género deja de emplearse como bandera y de usar recursos del erario para diferenciar los sexos, espacios como éste serán parte de una arcaica historia.

La crisis de las treintonas, pre-Bridget
"A una mujer de 30 le cae antes una bomba que un hombre", es la triste realidad que todo mundo le escupe a Fanny Fink, una vigilante aeroportuaria que manipula los equipajes vía rayos x en Alemania.
Con un trabajo estable, piso en un mugriento edificio y muy poco cuidado de su imagen personal, la directora Doris Dörrie ofrece en su cinta Nadie me quiere (Keiner liebt mich) una estupenda radiografía de la mujer treintona en Alemania, en la búsqueda -aparentemente perdida- de su carrera sentimental. Algo así como Bridget Jones sin su diario, pero muchos años antes de ese éxito comercial de Renee Zellweger dirigido por Sharon Maguire.
La vida comenzará a sonreirle a Fanny el día que acude con Orfeo, un vecino travesti africano de habilidades chamanescas, quien por unos marcos le pronostica que el amor de su vida está a punto de tocar a su puerta... y tal cual el nuevo administrador de la citada pocilga hará acto de presencia para robarle su corazoncito.
Esta gran alegoría que Dörrie elabora sobre el romanticismo en época de pesadumbre (ojo a los ambientes fríos, lluviosos), a pesar de no ser nueva y de haber permanecido inédita en México (la cinta es de 1994), continúa vigente y las fórmulas más comerciales las han reproducido con mucho éxito (incluso ya sé de dónde Beatriz Espejo sacó su cuento sobre el dildo que le confiscan a una pasajera a punto de abordar...)
La chispa de esta directora es tal que actividades como inscribirse a un curso sobre la "muerte predeterminada" en el cual los participantes preparan la antesala de su suicidio o comerse una sopa con la foto hecha pedazos del ingrato que ha roto el corazón ("sólo lo olvidarás si lo expulsas", ¡aunque deba pasar por los intestinos!), parecen tan naturales en la cinta pero totalmente deschavetadas para quien las hace conciente.
Nadie me quiere fue la cinta escogida para la apertura de esta Segunda Muestra de Mujeres; para abrir boca al resto de la selección de miradas femeninas sobre el mundo de hoy (y ayer) que nos tocó vivir.