Breve panorama de la "industria" cinematográfica nacional

Ayer estuvo en el campus Claudia Rivera, fundadora de la productora Canela films.
No sólo ofreció un amplio panorama de la "industria" cinematográfica nacional, sino que dejó muy claro que muchos de los siguientes proyectos que veremos en pantalla, apuestan a más de lo mismo.
Para no hacer el cuento largo, resulta que mientras México produce, en promedio, 16 películas al año, Estados Unidos genera alrededor de 600 y la India, nada más ni nada menos que mil.
Pero eso no es todo. Las cintas de la máquina de sueños americana recuperan el 90 por ciento de su inversión sólo en su corrida doméstica, es decir, en salas dentro de su país. ¿Cuántos pesos mexicanos de la taquilla se van directamente a las ganancias del cine hollywoodense? 700 millones, aseguró la exalumna de la Ibero. En México, sólo 3 de cada 16 películas recuperan su inversión en taquilla, misma que se va directamente a los gastos de publicidad invertido.
¿Qué hemos hecho mal? Se autocuestionaba la también miembro de la Asociación de Mujeres en el Cine y la TV, A.C.
Si bien el gobierno tiene la culpa al no regular no sólo la defensa de proyección de nuestro cine en salas, sino también del porcentaje que de cada boleto se retorna a los productores (¡8 centavos de cada 10 pesos!), también es culpa de las productoras apostarle a películas que francamente, merecen irse directamente al matadero... o al videocentro más cercano.
Y es aquí donde la expositora se quemó, al presentarnos su siguiente producción: Corazón marchito, para variar, una ópera prima, de un tal Eduardo Lucatero. Desde el nombre, denota falta de imaginación (pensar en Corazones Rotos, de Rafael Montero o la fallida Corazón de Melón, de Luis Vélez); desde el argumento, más historias fundamentadas en lo mismo: la decisión de un par de amigos de involucrarse en una relación sentimental; desde el reparto, la posibilidad de usar estrellas del momento para que jale atención: Ana Serradilla y Mauricio Ochmann...
En fin, habrá que ver de qué se trata bien la producción, misma que esperan estrenar en el primer bimestre del 2005 con unas 150 copias.
Cuestionada por el "momentum" que vive la industria nacional, misma que según define el "género" de las películas que vemos en pantalla, Claudia sólo alcanzó a responder que se necesitan buenas historias bien contadas. Y se acabó. ¿De quién es más la culpa? ¿Del distribuidor que apaña los ingresos? ¿De la gente que corre la voz y desacredita el cine nacional? ¿Del gobierno que no aplica medidas energéticas para reactivar la industria? ¿De los creadores por seguir aventando bodrios al cine?
En lo que consigo una respuesta, estoy por irme al cine. Es más barato en miércoles.